Escapada a Ezcaray: gastronomía, naturaleza y pequeños lujos

Cuando los pequeños lujos son los que más cuentan

Cuando pensamos en La Rioja, enseguida imaginamos viñedos interminables y sobremesas que no se acaban nunca. Pero si trazas una línea un poco más hacia el norte, entre montañas y bosques, aparece Ezcaray:

Un pequeño pueblo donde la gastronomía, la tradición y la tranquilidad tejen una escapada perfecta.

Un destino discreto pero inolvidable para quienes buscamos viajes auténticos, sin prisas, donde cada paseo y cada comida se saborean dos veces: mientras se disfrutan y mientras se recuerdan.

¿Por qué Ezcaray merece estar en tu lista?

Ezcaray no es un lugar de paso: es un destino para quedarse.

Su belleza es tranquila, sin artificios. Su historia late en cada calle empedrada, pero su espíritu contemporáneo lo convierte en uno de los pueblos más especiales del norte de España.

Aquí, el tiempo se mide en paseos junto al río Oja, en conversaciones largas en la plaza, en cafés que se alargan mientras ves caer la tarde.

Hoteles con alma: dormir (y vivir) bien en Ezcaray

Hotel Casa Masip

Me hospedé en Hotel Casa Masip, y no podría haber elegido mejor.

La habitación era acogedora, con una cama comodísima, un cuarto de baño nuevo y esa sensación de silencio y confort que solo encuentras en los lugares bien llevados.

El desayuno fue uno de los grandes momentos: bizcochos caseros, fruta madura, croissants dorados, pan de varios tipos, jamón, queso… todo cuidado con mimo.

Además, quiero mencionar a Ruth, que no solo nos ofreció un desayuno estupendo, sino también recomendaciones geniales para disfrutar del pueblo. Cercana, simpatiquísima, de esas personas que hacen que un hotel se sienta como un hogar.

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Hotel Echaurren

Otro clásico imprescindible en Ezcaray, donde la tradición de las antiguas casas de huéspedes se ha renovado sin perder alma.

Aunque no me alojé aquí, sí disfrutamos de una cena que fue pura emoción: las famosas croquetas, los espárragos, las pochas, las albóndigas… platos que cuentan una historia de raíces y excelencia.

La experiencia se redondeó gracias a Lourdes, la sumiller, que nos aconsejó fenomenal en la elección de los vinos.

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Comer como un local: la gastronomía que acaricia el alma

Ezcaray es sinónimo de comer bien. Muy bien.

•Casa Masip: Caparrones riojanos, menestra de verduras frescas, arroz seco, lechecillas… todo cocinado con alma y servido con cariño. Cada bocado aquí reconcilia con la cocina tradicional.

•Echaurren Tradición: Alta cocina riojana, sincera y sin artificios. El sitio perfecto para probar la esencia de La Rioja en su versión más refinada.

•Troika: Ideal para un aperitivo relajado en un ambiente local. Pídete un vino riojano y acompáñalo con alguna tapa.

Pequeños lujos: compras con sentido

La artesanía en Ezcaray no es una moda: es una forma de ser.

•Mantas Ezcaray: Una tienda que parece un refugio de suavidad. Salí con una manta de mohair espectacular. Fun fact: aunque hoy la lana proviene de Australia, todo el proceso de fabricación sigue realizándose artesanalmente en Ezcaray.

•David Cano: Aquí compramos espárragos, piparras y caparrones. Sergio nos atendió con una amabilidad que hoy en día se agradece más que nunca.

Llevarse algo de Ezcaray no es simplemente comprar: es prolongar la experiencia del viaje.

Planes sin prisa: respirar Ezcaray

Más allá de comer y comprar, Ezcaray invita a reconectar de verdad.

•Paseo junto al río Oja: Una caminata preciosa y sencilla que sigue el curso del río, pasando por la antigua estación. El sonido del agua, el verde de la ribera… un lujo silencioso.

•Plaza de la Verdura: El corazón del pueblo. Tomarte aquí un café o un vino mientras ves pasar la vida es uno de esos pequeños grandes placeres.

•Mantas Ezcaray y otras tiendas locales: no para hacer compras compulsivas, sino para disfrutar viendo objetos bien hechos.

Una visita extra: Bodegas CVNE en Haro

Para completar la escapada, el domingo visitamos Bodegas CVNE en Haro.

La bodega histórica (fundada en 1879) conserva ese equilibrio perfecto entre tradición y modernidad. Nuestro guía, Rui, nos acompañó en un recorrido detallado por las salas de barricas, las áreas de vinificación y los rincones más especiales.

Terminamos la visita con una cata de varios vinos que nos permitió entender aún más la riqueza de La Rioja en cada copa.

Consejos prácticos para organizar tu escapada

•Mejor época: Primavera y otoño. El paisaje se viste de colores y la temperatura es ideal para caminar y disfrutar.

•Cómo llegar: En coche, desde Madrid poco más de 3 horas y media.

•Qué llevar: Calzado cómodo, ropa de entretiempo (incluso en verano refresca por la noche) y muchas ganas de comer bien y descansar de verdad.

Reflexión final

Ezcaray no necesita filtros.

Es un lugar donde la belleza se mide en pequeños gestos: el saludo espontáneo en la plaza, el aroma de un bizcocho en el desayuno, el rumor del río mientras paseas.

Si buscas una escapada real, de las que se sienten y no solo se fotografían, Ezcaray te está esperando.

¿Nos vemos allí?

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Fotografías: Marlena Malden.

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